Emily lejos de casa es la segunda novela de las tres que componen la saga de Emily Starr. La primera de ellas es Emily, la de Luna Nueva y la tercera, Emily triunfa.
Se publicó por primera vez en Canadá en el año 1925, pero a España nos llegó de la mano de Emecé en 1997. Consta de 378 páginas, aunque hoy en día está descatalogada, igual que las otras dos. Sin embargo, en 2014 Toromítico comenzó a publicar una nueva edición de esta saga.
Se publicó por primera vez en Canadá en el año 1925, pero a España nos llegó de la mano de Emecé en 1997. Consta de 378 páginas, aunque hoy en día está descatalogada, igual que las otras dos. Sin embargo, en 2014 Toromítico comenzó a publicar una nueva edición de esta saga.
¿Qué opino yo? (Sin destripes):
En esta segunda novela vamos a ver poco los
paisajes de la Luna Nueva y a las tías Elizabeth y Laura y al primo Jimmy.
Emily tiene que mudarse a la casa de la tía Ruth para poder realizar sus
estudios durante tres años. Ésta es probablemente la más desagradable y
meticona de sus tíos, por lo que el tiempo que la protagonista tiene que
pasar con ella no va a ser fácil, y se produce más de un rifirrafe entre ambas.
Además, Emily es de la opinión de que las
casas han que querer a quienes habitan en ellas y al contrario, pero ella no
se siente a gusto en ese lugar. La habitación en la que tiene que alojarse le
parece extraña, poco acogedora. Sin embargo, cerca de allí hay otro precioso
paisaje que le va a ayudar a seguir soñando y a encontrar la inspiración. Es al
que ella llama Tierra de la Rectitud, un bosque de abetos y helechos.
De nuevo las descripciones que Lucy Maud
Montgomery hace de la naturaleza son realmente bellas. En esta novela, además,
no vemos sólo el medio natural como algo acogedor, sino que los elementos
comienzan a irrumpir con violencia en determinadas ocasiones y conducen a los
personajes a situaciones que nunca van a poder olvidar.
«No
eres en realidad muy bonita, lo sabes, Estrella, pero tu rostro hace que las
personas piensen en cosas hermosas, y ése es un don mucho más preciado que la
mera belleza».
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En el primer libro, Emily era una niña,
pero en éste se convierte en una adolescente. La historia transcurre entre sus
trece y sus diecisiete años. Como es lógico, se incorporan leves toques de
romance y la muchacha empieza a sentirse atraída por alguien, al mismo tiempo que
defiende su libertad y su independencia para llegar a la cima como escritora.
Admito que en esta segunda parte de la saga
me he enfadado mucho con Emily, aunque casi la he perdonado. Sus virtudes
siguen ahí, creciendo con ella, pero también se potencian sus defectos. El
orgullo Murray se le ha subido a la cabeza y en ocasiones actúa con
suficiencia y engreimiento. De hecho, la misma autora, en los fragmentos en los
que el narrador está en tercera persona, nos dice que ella sólo es la biógrafa
de Emily, no su apologista. Por fortuna, nuestra protagonista tiene a su
alrededor personas que la quieren y le ponen los puntos sobre las íes cuando es
necesario. Ella misma se muestra muy sensata cuando reconoce que eso le viene
bien.
Todo esto hace que Emily tenga muchos
matices y no sea una chica perfecta, pero, la verdad, los personajes perfectos
suelen ser planos y aburridos, y ella no es ni lo uno ni lo otro.
«Pero
voy a consignar aquí un juramento, en mi diario, con toda solemnidad. Mi pluma
curará, no lastimará».
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En cuanto al estilo narrativo, en esta
novela se utiliza más el narrador en primera persona que en la anterior, ya que
Emily vuelca más a menudo en sus diarios sus vivencias, pensamientos y
sensaciones. Es algo parecido a lo que hacía en las cartas a su padre, sólo que
aquí observamos que ya va madurando y que tiene que enfrentarse a otro tipo de
problemas.
Sus extraños poderes psíquicos vuelven a
hacer acto de presencia, de una manera que consigue que hasta la propia Emily se
asuste de sí misma. Sin embargo, la forma en la que actúan y el misterio que
los rodea me han parecido más interesantes que en Emily, la de Luna Nueva.
Hay momentos de tensión, de ternura, de
auténtica amistad, de contemplación, de superación, de intriga y hasta de
humor. En lo que se refiere a este último aspecto, la escena del perro casi al
final es genial. No esperaba algo así y me hizo reír mucho.
Por lo demás, el ritmo sigue siendo
pausado; las escenas, cotidianas; la acción, escasa y las descripciones, breves
pero intensas.
«Se pierde tanto si te vuelves incrédulo». |
Emily consigue sus primeros éxitos como
escritora, pero también dolorosos fracasos. A su lado continúan sus amigos,
Ilse, Teddy y Perry, y también Dean Priest, que ahora parece ver a la joven
como un ideal casi inalcanzable.
Sus compañeros de la infancia van creciendo junto a ella y, del mismo modo, tratan de alcanzar sus sueños. Se ponen de
manifiesto sus virtudes y sus defectos. Si hay algo negativo, es que uno de los
protagonistas principales no está tan bien desarrollado como los demás. De
hecho, aún no he visto su lado negativo, y me resulta curioso que sea
precisamente ese personaje.
El final contiene cierta emoción y deja la
puerta abierta a un futuro en el que puede pasar cualquier cosa. Dan ganas de
buscar rápidamente el último libro y conocer de primera mano lo que el destino
les ha reservado a Emily y a sus tres
amigos.
Puntuación: 3 (sobre 5) |