Haven (temporada 4)

10/01/2014


                     Estreno: 2013                                                            Género: Ciencia ficción
                     Cadena: Syfy                                                              Episodios: 13
                                                Duración por episodio: 40' aprox.



¿De qué va?: 

   La acción comienza seis meses después de los acontecimientos ocurridos al final de la tercera entrega. Duke aparece de repente en Boston y es rescatado por una mujer, Jennifer Mason (Emma Lahana), con una misteriosa habilidad y una conexión con Haven. Duke y Jennifer vuelven a Haven para descubrir que el pueblo está en peor que nunca
     Tras el encuentro con Nathan, los tres tratarán de hacer todo lo posible para hallar a Audrey, dondequiera que esté, para afrontar con ella la tarea más dura que puedan imaginar. Esto no será más que el principio de una serie de acontecimientos que profundizarán aún más en los misterios que oculta Haven. (SYFY).



¿Qué opino yo? (Con destripes de las temporadas anteriores):

     La cuarta temporada de Haven ha tenido grandes fallos, pero también grandes aciertos. Haciendo una ponderación de lo bueno y lo malo, creo que puedo considerarla la serie que más me ha gustado de la temporada otoño-invierno de 2013, aunque esto no es difícil después de la decepción de The Paradise y Sleepy Hollow.

    Los nuevos episodios de Haven han introducido cambios notables con respecto a lo que habíamos visto antes. Todo está más centrado en el origen de los problemas y en la verdad sobre el granero, dando lugar a que los episodios estén mejor enlazados entre sí y sean menos autoconclusivos.


    La trama del primer capítulo conecta directamente con el último de la temporada anterior, aunque ha transcurrido un intervalo de tiempo en el que algunos personajes han cambiado sus modos de vida.

     Por lo general, creo que el que sale perdiendo es Nathan. Ha pasado de comisario del pueblo a don nadie obsesionado por la desaparición de Audrey. Ya no es el Nathan preocupado por los demás, sino que cada paso que da está dirigido únicamente a encontrarla a ella, y parece que el resto de cuestiones le importan más bien poco. De hecho, esta pareja ya no me gusta demasiado, porque, como digo, los sentimientos de Nathan me han parecido más de obsesión que de amor.


     Por otro lado, Duke sigue siendo mi preferido, y ahora más que nunca. Lo conocimos como el típico chico malo con buen fondo, pero poco a poco va adquiriendo mayor complejidad. Es probablemente el que realiza sacrificios más grandes, el que está ahí para todos y el que muestra una amistad más sincera y un amplio sentido del compañerismo.

     A ellos se suma una nueva incorporación, Jennifer, que es casi un contrapunto de Audrey. Es menos seria y más dulce que la protagonista, y adquiere un papel de gran importancia, al nivel del trío habitual. No es la única nueva en el reparto. Desde el primer capítulo podemos ver a William, un hombre que trae consigo más problemas y que da mucho juego. Personalmente me ha gustado la historia que arrastra; contribuye a hacerlo todo más interesante, aunque aún nos tienen que explicar bastantes cosas al respecto. 


     Claro está que Audrey sigue siendo el personaje principal, y ahora vamos a conocer mucho de ella. Los guionistas ahondan en por qué reaparece cada cierto tiempo con una nueva personalidad.

Hay muchas sorpresas, pero las más impresionantes son las que se refieren a los propios personajes. Algunos resultan no ser como creíamos, y esto da un vuelco radical a la serie. Por otro lado, los problemas de la gente de Haven continúan, pero esta vez se ven aumentados por algo que en un primer momento se desconoce, saliéndose de control y creando un peligro mayor. Salvo por un par de aspectos que dan la impresión de que los guionistas se hallaban bajo el influjo de alguna sustancia psicotrópica, la temporada está bien planteada, y en su conjunto, todo tiene sentido. Por fin podemos conocer qué causa los problemas y por qué se repiten cada cierto tiempo, y creo que es algo que pocos esperábamos.

     Sin embargo, y éste es el punto más negativo, algunas cuestiones no terminan de encajar por completo con las temporadas anteriores. Éstas habían girado fundamentalmente en torno al chico de Colorado y el misterio que le rodeaba, pero ahora los guionistas se olvidan de él por completo. Es cierto que al menos yo no lo he echado de menos, pero si gran parte de los interrogantes se centraban en él, es completamente incoherente no sólo que no aparezca, sino que ni se le nombre.


     Viendo la trayectoria que toma la serie, el final es un poco menos sorprendente que los anteriores, pero no deja de resultar intrigante. Espero que Haven sea renovada para una quinta temporada y no nos dejen así, aunque de momento no hay noticias sobre ello.
Finalmente ha sido renovada. Syfy ha encargado nada menos que veintiséis episodios más.

 
Puntuación: 4 (sobre 5)

Reto "Finales felices"


     Espero no llegar tarde y que ya estéis saturados de retos para 2014, aunque éste no os va a suponer ningún esfuerzo, más bien al contrario.

     El año pasado me topé con varias lecturas muy dramáticas, y creo que el drama puede estar muy bien, pero siempre es mejor tener una buena sonrisa. Por eso os propongo un reto muy sencillo y con el que nos podemos ayudar unos a otros a sentirnos un poquito mejor.

     Consiste en que cada persona que quiera apuntarse proponga en los comentarios (o que me lo diga por Facebook o Twitter si le viene mejor) un libro que ya haya leído, que le haya gustado y que tenga final feliz. Después, de entre todos los propuestos (que yo iré añadiendo a esta entrada), cada uno elegirá el que quiera (que no sea el propio). No se puede desvelar nada sobre los libros, sólo sabremos que acaban bien. Podréis hacer la reseña del que elijáis cuando queráis, en cualquier momento de 2014. Tiene que haber un mínimo de diez libros propuestos para que este pequeño reto salga adelante. Recordad que estamos hablando de ficción, así que no valen libros de autoayuda ni nada por el estilo. Tampoco hace falta que la obra rebose optimismo en todas las páginas; puede ocurrir algo malo, pero es fundamental que de alguna manera termine bien. El propósito es que al acabar, se dibuje una sonrisa en nuestras caras.

Resumiendo, estos son los pasos que hay que seguir:

1. Proponer un libro con final feliz.

2. De entre todos los propuestos, elegir uno para leer (distinto al propio).

3. Hacer una entrada en el blog anunciando el reto y poner este banner en el lateral enlazado a esta entrada: 


4. Lo más importante: leer, disfrutar y sonreír.

5. Hacer la reseña en cualquier momento de 2014 y mencionar en ella a la persona que propuso ese libro.

     Un año puede ser muy largo, y no sabemos qué nos depara 2014, por eso vamos a ayudarnos unos a otros a ponernos una sonrisa y a hacernos un poquito más felices. Recomendad aquellas obras que sabéis que pueden hacernos sentir bien.

   El plazo para proponer libros termina el 30 de abril. 
   ¡Animaos, que sólo hay que leer uno!


LIBROS PROPUESTOS:

1. Todo bajo el cielo, de Matilde Asensi (propuesto por Lady Aliena).

2. La boda de Kate, de Marta Rivera de la Cruz (propuesto por Paula Moreno)

3. Piccadilly Jim, de P.G. Wodehouse (propuesto por Zazou).

4. Reina Lucía, de E.F. Benson (propuesto por Marisa C.). 

5. La hija de Robert Poste, de Stella Gibbons (propuesto por Ginger).

6. Papaíto Piernas Largas, de Jean Webster (propuesto por Pilar). 

7. El hombre de mis sueños, de Johanna Lindsey (propuesto por Silvia)

8. Boys don't cry, de Malorie Blackman (propuesto por Crazy Love). 

9. El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde (propuesto por María).

10. El castillo ambulante, de Diana Wynne Jones (propuesto por Seri). 

11. Sentido y sensibilidad, de Jane Austen (propuesto por Violeta). 

12. Las lágrimas de Shiva, de César Mallorquí (propuesto por María). 

Los Pazos de Ulloa

05/01/2014

     La primera edición de Los Pazos de Ulloa apareció en noviembre de 1886, y recibió críticas de muy distinta índole. A día de hoy, en España existen diversas ediciones a un precio muy asequible. En formato bolsillo están, entre otras, la de Cátedra (por 12 euros), la de Alianza (por 11'50 euros), la de Espasa (por 9'95 euros) y la de Castalia (por 12'80 euros).
     En el año 1887, Emilia Pardo Bazán publicó la continuación de esta saga familiar, La madre naturaleza. En 1985 se rodó una serie de televisión basada en ambas novelas.

¿De qué va?:
      
     Julián, un sacerdote joven y delicado, viaja a los Pazos de Ulloa para servir a don Pedro Moscoso, el marqués, por recomendación del tío de éste. A su llegada, el capellán se inquieta ante la situación en la que se halla la casa y el comportamiento de quienes habitan en ella. En la sombra parece gobernar Primitivo, el criado de don Pedro, mientras que éste mantiene una relación ilícita con Sabel, la hija de Primitivo. Julián trata de utilizar los medios a su alcance para cambiar estas cuestiones, pero no puede prever las consecuencias.


¿Qué opino yo? (Sin destripes): 

     Esta novela me ha dejado sentimientos encontrados: tiene aspectos que no me han gustado nada y otros que son fabulosos. He pasado días sin decidirme a escribir la reseña, porque no sabéis el reparo que me da hacer una crítica más bien negativa de un clásico de nuestras letras que a todo el mundo parece gustar. Quiero decir que si mi análisis fuera exclusivamente filológico, esta obra merecería más nota de la que voy a darle, pero el fin de este blog es compartir lo que siento yo cuando leo un libro, así que esta reseña se basa sólo en mi gusto personal.

    Tengo que reconocer que el Naturalismo no es un movimiento que me atraiga especialmente, por lo que no le había dado muchas oportunidades a Pardo Bazán.
 Cuando empecé a leer Los Pazos de Ulloa, me sorprendí muy favorablemente, ya que todo indicaba que iba a ser una historia magistral, pero conforme pasaba las páginas, mi opinión comenzó a cambiar.

   No sucede ni un solo acontecimiento que no sea previsible. Desde el principio hasta el final podemos saber lo que va a pasar, y por eso el mayor aliciente de esta novela es la forma en la que escribe la autora, con una alta calidad. Fácilmente nos introduce en la sociedad rural de la Galicia del siglo XIX. Pardo Bazán hace un despliegue de los modos de vida de la aristocracia gallega, dejando ver su decadencia y la falta de valores morales. Esto tiene su paralelismo en el mundo de los criados y hasta de la misma Iglesia. Sólo Julián, el capellán, representa la virtud en medio de un ambiente de corrupción, y a él, después, se une Nucha.     



«Diez años son una etapa, no sólo en la vida del individuo, sino en la de las naciones. Diez años comprenden un periodo de renovación: diez años rara vez corren en balde, y el que mira hacia atrás suele sorprenderse del camino que se anda en una década».

  
    Como cabe esperar de un autor naturalista, las descripciones están cuidadas al detalle, pero no son tan extensas como en principio se podría suponer. En ellas abundan los galleguismos, y ése es uno de los aspectos por los que es recomendable escoger una edición comentada, para que nos facilite la comprensión de los mismos. La contraposición entre el ambiente rural y el urbano queda perfectamente reflejada, no sólo a través de las descripciones, sino también por el carácter de los personajes. La mayoría de las críticas literarias que os encontréis coincidirán en afirmar que los habitantes del mundo rural, en contacto con la naturaleza, poseen un carácter menos dócil, más salvaje, y una fuerza física mayor, en consonancia con el medio que les rodea. Son muestra de ello don Pedro (el marqués de Ulloa), su criado Primitivo y la hija de éste, Sabel. Por otro lado, los procedentes de la ciudad son más atemperados, débiles y retraídos, como Julián (el capellán) y Nucha (la hija del marqués de la Lage), como si las comodidades urbanas los hubiesen vuelto menos resistentes a un entorno más hostil. 


     Con todo, el punto más débil de la novela es el que se refiere precisamente a la personalidad de los personajes, a cada uno como individuo, independientemente de su identificación con el entorno. Pardo Bazán se sirve de la fisiología y de la frenología para que comprendamos cómo son.
Sin embargo, más allá de eso, todos los personajes, con excepción de Julián, parecen meros esbozos. No tienen una profundidad psicológica ni una evolución clara, no conocemos sus motivos ni por qué eligen actuar de una manera determinada. Un ejemplo muy obvio es el de Primitivo, de quien queda patente su maldad, pero no sabemos por qué es así. La misma Sabel, una mujer con un papel importante y determinante en el futuro de Nucha y de los pazos, apenas hace acto de presencia; no sabemos cuáles son sus anhelos, ambiciones, preocupaciones, inquietudes…, nada. Don Pedro, el marqués, se mueve por impulsos. Sólo actúa de manera lógica una vez, por influencia de Julián. Nucha está totalmente idealizada; representa las virtudes cristianas y la abnegación. Todos ellos son meros roles que tienen una función concreta en el engranaje que pone en marcha la escritora. Sólo Julián es un ser pleno, con dudas, miedos, turbación y una evolución perceptible entre el principio y el final. 


     La calidad narrativa es incuestionable, y se alterna
un estilo culto con otro popular según quien hable, pero no es bastante para que un libro me enamore. Ni la historia ni los personajes me han gustado lo suficiente, aunque siento curiosidad por saber qué les depara el destino a sus descendientes. Ése es el argumento de la continuación, La madre naturaleza.

     A pesar de todo, si aún no habéis leído esta obra y queréis hacerlo, os aconsejo que elijáis con cuidado la edición. Yo tengo la de Cátedra, que es buena, aunque se excede con las notas a pie de página, y en algunas de ellas incluso destripa el final de La Regenta y algunos datos de La madre naturaleza.


Puntuación: 2'5 (sobre 5)