The Musketeers (Temporada 2)

09/10/2016

   
                    Estreno: 2015                                          Género: Aventuras
                    País: Reino Unido                                 Episodios: 10
                    Cadena: BBC                                           Duración por episodio: 55' aprox.



¿De qué va?:

     Tras el ingreso de D'Artagnan en el cuerpo de los mosqueteros del rey, un inesperado visitante, Rochefort, llega a la corte. Poco a poco, este enigmático personaje logra ganarse el favor real, pero lo que esconde pondrá a nuestros conocidos en situaciones tan peligrosas como comprometidas, especialmente cuando algunos secretos salen a la luz.


¿Qué opino yo? (Con destripes de la primera temporada):

     Tras ver esta temporada puedo afirmar con total rotundidad que cualquier parecido con la obra original  de Dumas y Maquet es pura coincidencia. Eso no es necesariamente malo, aunque en algunos aspectos que desgranaré más adelante habría preferido mayor apego al texto.

     Me ha sucedido algo parecido a lo que viví con la primera temporada, que me costó engancharme. Esta vez eso se ha debido a la calidad irregular de los distintos episodios. Los cinco primeros se me hicieron muy cuesta arriba, aburridos y con fallos garrafales de guion. No es creíble, por ejemplo, que desaparezca el rey de Francia  y sólo lo busquen tres mosqueteros. En cambio, los cinco últimos capítulos remontan y es en ellos donde las diferentes tramas alcanzan mayor intensidad.

     El  malo de esta temporada, Rochefort, da bastante asco. Parece que eso es lo que pretendían los guionistas, así que es un punto positivo que se lleva esta producción. Desde luego, no es el Rochefort de las novelas, pero es un villano que está a la altura de lo que podríamos esperar. Sus intrigas, ambiciones y anhelos ocultos ponen la carne de gallina más de una vez. Sin duda, como personaje no tiene nada que envidiar a Milady de Winter, aunque los cambios televisivos que experimenta esta dama no me han convencido.

   El caso de Milady es uno de esos a los que me refería cuando hablaba de preferir mayor fidelidad. Me quedo con la del libro. Me da la impresión de que en la serie, después de todo el mal que hace, se nos quiere presentar como una víctima que ha actuado según lo que le exigían las circunstancias, como alguien que puede redimirse. Creo que se apela a la sensibilidad del telespectador para que apoyemos una historia de amor que, para mí, no tiene sentido. Y no, no me gusta esta manipulación, este intento de buscar nuestra empatía para con ella, sobre todo teniendo en cuenta cierto asuntillo en la corte real que llega demasiado lejos. Y tampoco me gusta lo que eso conlleva para Athos, quien pierde parte de su carisma para transformarse en un alma en pena. Esto logra que sea Aramis quien le arrebate el testigo para convertirse en el mosquetero más encantador.

 

   Los conflictos de Aramis me parecen mejor plasmados y los sucesos que se iniciaron anteriormente alcanzan ahora su punto álgido. Aunque Athos continúa siendo el protagonista con mayores pugnas internas y el más atormentado, son los actos de Aramis los que provocan las consecuencias más importantes en el conjunto de la trama, especialmente porque Rochefort interviene de forma inesperada.

    Por otro lado, considero un acierto la profundización en los orígenes de Porthos. Sigue siendo quien menos me gusta de los cuatro, pero los guionistas han logrado dotarlo de más complejidad de la que tenía en la primera temporada. Los secretos sobre sus progenitores y la implicación de Tréville en ellos suponen el otro punto fuerte de esta tanda de episodios.

    De D'Artagnan no hay mucho que decir, ya que sigue, más o menos, como lo conocimos en la temporada anterior. No obstante, la relación entre los cuatro sigue afianzándose, de manera que, como espectadores, asistimos a la consolidación de esa amistad que tanto me gusta, a pesar de que ciertos asuntos personales los pongan a prueba. Ahora incluso deben permanecer más unidos por la situación a la que se ven expuestos tras algo que sucede con Tréville.

    Como ya comenté en la reseña de la temporada anterior, Ryan Gage como Luis XIII está perfecto, aunque ahora se encuentre más caprichoso, manipulable y vulnerable que nunca. Sin embargo, Alexandra Dowling como Ana de Austria no da la talla. En estos capítulos, el personaje se encuentra en una posición verdaderamente difícil y la actriz no me ha transmitido por completo la amalgama de emociones que se supone que la reina debe sentir.


     También ha sido decepcionante la evolución de Constance, que antes fue uno de mis personajes preferidos. Desgraciadamente parece haber perdido, en parte, la fuerza, la firmeza y el carácter resolutorio que poseía. Se acerca más a la típica chica en apuros, víctima de un amor imposible. No sé para qué la enseñó a luchar D'Artagnan si no es capaz de aplicar esos conocimientos en toda la temporada, a pesar de tener ocasiones. A veces se atisba algo de la antigua Constance, pero no es ni una sombra de lo que fue. Tan sólo en el último episodio parece recuperarse un poco, pero tarde y de manera insuficiente. De todas formas, su relación con D'Artagnan me sigue atrapando y me ha mantenido en vilo.


     La factura técnica no de es de lo mejor de la BBC, pero, aun así, está por encima de otros productos televisivos. Es difícil que a esta compañía le salga algo realmente malo. Hay escenarios impresionantes y otros que lo son menos. El vestuario y la caracterización siguen en la misma línea que ya conocíamos.

     No hay que engañarse, no es la mejor producción de la BBC, pero aunque empiece floja, siempre acaba remontando y resulta muy entretenida. Además, a estas alturas ya no puedo esconder la debilidad que siento por los mosqueteros. De una forma u otra, siempre acabo volviendo a ellos. Si os pasa lo mismo, esta serie es buena opción y no os dará grandes disgustos


Puntuación: 3 (sobre 5)
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...