¿De qué va?: James
Franco interpreta a Oz, un mago de feria que emplea trucos para engañar a su
público y conseguir dinero. Pero su carácter ambicioso, estafador y mujeriego
le trae problemas que le llevan a huir precipitadamente en globo. Sin embargo,
se ve atrapado por un tornado que lo conduce a un mundo donde la magia es una
realidad. Allí, sus habitantes viven amenazados por una malvada bruja a la que
sólo puede vencer un gran mago que ha de llegar de un lugar extraño y que
comparte nombre con su tierra. Todos esperan que Oz sea esa persona, aunque él
sabe que su poder no es más que una ilusión.
¿Qué opino yo? (Sin destripes): Cuando se estrenó esta película, no tenía
las expectativas demasiado altas. Para empezar, nunca me ha gustado El mago de Oz. Pensé también que era
probable que los efectos especiales lo absorbieran todo de manera que el
argumento se diluyera en ellos. Tal vez fueran estas ideas y las pocas
esperanzas que tenía en la cinta lo que ha hecho que al final me haya gustado. Ha resultado mejor de lo que creía y me ha
hecho pasar un rato bastante entretenido.
Antes de verla leí algunas críticas de
otros espectadores. Algunos la tachaban de infantil, como si eso fuese algo
negativo. Una película puede ser apta para todos los públicos sin necesidad de
caer en lo infantiloide, y creo que eso es lo que sucede en este caso. Los
adultos pueden disfrutarla también, pero han de ser conscientes del tipo de
cine que van a ver.
Digo esto porque existen a lo largo del
metraje algunos fallos argumentales que restan credibilidad, como el hecho de
que los personajes malvados pudieran ver todo lo que el mago hace y no se les
ocurriera espiarlo mientras prepara la estrategia de lucha. Es probable que un
niño no repare en estas cuestiones, pero no se le escaparán a alguien de más
edad. Como digo, si estamos pendientes de estos aspectos no podremos apreciar
el film, que no es más que un producto de entretenimiento familiar.
«No
quiero ser un buen hombre, quiero ser un gran hombre».
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Visualmente es una delicia. Comienza en
formato 4:3 y en blanco y negro como homenaje al film de 1939. Una vez
que el mago llega al mundo de Oz, tal como pasó cuando lo hizo Dorothy, el
color hace su aparición inundando la pantalla y, además, se pasa al formato
panorámico al que estamos acostumbrados.
En cuanto a los actores, no estoy demasiado
satisfecha. James Franco hace el papel de un truhan embaucador y ambicioso que
en el fondo tiene un gran corazón, pero me ha resultado muy sobreactuado. Sus
muecas y gestos están exagerados hasta rayar en lo ridículo. Por otra parte,
Michelle Williams me ha parecido fuera de lugar. Me da la impresión de que se
pasa todo el tiempo intentado poner la mirada del gato de Shrek. La única que me ha gustado algo ha sido Rachel Weisz. La he visto
cómoda con su papel y más creíble que al resto. Por último, Mila Kunis está
correcta sin más. Su historia podría haber dado mucho más de sí si tenemos en
cuenta su importancia en el mundo de Oz.
- Si ella se tira por un
acantilado, ¿tú te tiras también?
- Yo tengo alas...
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Resulta curioso ver algunos guiños al libro
y la película originales, como la aparición de un león cobarde, espantapájaros
en movimiento o el campo de amapolas somníferas. Por supuesto, no pueden faltar
el camino de baldosas amarillas y la Ciudad Esmeralda.
Me han sido bastante simpáticos el
mono que acompaña al protagonista en la tierra de Oz y la muñequita de
porcelana, que está muy bien conseguida y con la que se pretende mostrar un
paralelismo con la niña minusválida que aparece al principio.
He echado de menos la canción de Somewhere over the rainbow, que me
encanta y que seguramente hubiese hecho que le subiera la puntuación a la
película. Por lo demás, la cinta conecta perfectamente con su predecesora,
dejando todos los cabos bien atados para que se desarrolle la historia de
Dorothy.
Puntuación: 3'5 (sobre 5) |