Lost in Austen

13/04/2013

  
                  Estreno: 2008                                                      Género: Comedia romántica
                 Cadena: ITV                                                          Episodios: 4
                                            Duración por episodio: 45' aprox.


¿De qué va?: Amanda Price es una joven londinense del siglo XXI que adora Orgullo y prejuicio, la novela de Jane Austen. Un día encuentra en su propia casa a una joven que dice ser Elizabeth Bennet y que intenta convencerla de que existe una conexión entre su mundo y el de Amanda. Cuando ésta trata de comprobarlo, queda atrapada en la célebre obra de Austen, donde conocerá a todos los personajes de la misma y comprobará que no todo es como la autora imaginó.


¿Qué opino yo? (Sin destripes): Esta miniserie no deja indiferente a nadie y, por lo que he visto, no suele haber término medio en lo que respecta a las opiniones. Hay gente a la que le encanta y otra a la que le ha parecido un auténtico espanto. Yo me incluyo en el primer grupo. Normalmente son los más puristas de Jane Austen quienes no están muy satisfechos con esta producción, pero hay que entender que es una serie para tomársela con humor. Esto no es Orgullo y Prejuicio y, por lo tanto, las relaciones entre personajes tampoco puede ser las mismas.


     Quizás estén un poco exageradas las actitudes de Amanda. Es comprensible que a una mujer del siglo XXI atrapada de repente en las páginas de un libro del XIX le sea prácticamente imposible encajar, pero lo malo viene cuando se empeña en comportarse de un modo que sólo sería lógico en su propia época, por ejemplo, cuando se niega a cambiarse el peinado y se pasea por el siglo XIX con su cabello suelto, liso y cortado a capas. Al margen de esto, algunas de sus reacciones son bastante divertidas, y no podemos evitar pensar qué haríamos nosotros si estuviésemos en su lugar. Probablemente tendríamos tantas meteduras de pata como ella.

     Por otro lado, el Darcy que aquí se nos presenta es atractivo (pero qué Darcy no lo es), soberbio y orgulloso, además de tener muy mal humor. No es exactamente el personaje que describió Austen en su novela, pero está mucho más cerca de él que aquel al que dio vida Matthew Macfadyen. Elliot Cowan, el actor que lo interpreta, parece sentirse muy a gusto en la piel de este Darcy, ya que su actuación es muy creíble, al menos más que la de Jemima Rooper (Amanda). Como nada hay perfecto, debo decir que no me convenció su rápido cambio de actitud hacia la protagonista. Es un aspecto que pudo haberse trabajando más. 

     
     La serie guarda algunas sorpresas. Una de ella es el personaje de Wickham. Quien haya leído Orgullo y prejuicio conoce la personalidad de este hombre, lo que hará que su comportamiento en Lost in Austen deje perplejo a más de uno. Algo parecido sucede con la señorita Bingley. No puedo entrar en detalles para no desvelar nada importante.

     Entre lo que no me ha gustado nada está el señor Collins. En esta producción no se muestra sólo como un hombre despreciable, sino también tremendamente repugnante y asqueroso. Sus escenas me han llegado a resultar desagradables. Otro punto negativo es la reacción de uno de los personajes al encontrar la novela de Orgullo y prejucio que Amanda llevaba consigo. Si se le hubiese ocurrido mirar la fecha de edición, se habría explicado muchas cosas, pero claro, nos quedaríamos rápido sin miniserie.

     No puede faltar Elizabeth Bennet, aunque su personaje no está tan desarrollado; no debemos olvidar que ella no es la protagonista en este caso.

    
     Los escenarios, decorados y vestuario están muy cuidados. Sólo Amanda parece fuera de lugar; la forma en que le quedan los vestidos me resulta muy artificial, más como si fuera disfrazada, pero es probable que la ITV lo haya hecho a propósito y, por tanto, esté bien conseguido ese efecto.

     Recomiendo encarecidamente ver la versión original británica, ya que en el DVD editado en España y en Norteamérica se han suprimido algunas escenas. Entre ellas, una de las mejores de toda la serie, cuando Amanda se ve obligada a cantar y no se le ocurre otra cosa que entonar Downtown. Supongo que es la canción más antigua que se le ocurrió.


     Otros momentos geniales son el del paracetamol y el de Darcy en el lago, que es un clarísimo guiño a la miniserie de Orgullo y prejuicio de 1995.

     El ritmo de cada episodio es bueno y, al ser tan entretenidos, se pasan muy rápido. El final ha sido criticado por algunos espectadores, pero a mí me gustó mucho, y es que no podemos perder de vista ante qué estamos. Creo que para esta producción es el final perfecto.

Puntuación: 4 (sobre 5)
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...