Hoy he vivido una experiencia completamente nueva y ha sido tan gratificante que la comparto con vosotros por si alguien tiene ocasión de experimentarla también. Me han llevado por sorpresa a Portugal, concretamente a la localidad de Campo Maior, donde, desde el día 22 de agosto hasta el 30 del mismo mes, se están celebrando las Festas do Povo o Fiesta de las Flores.
Esta tradición se remonta a finales del siglo XIX, pero la manera en que se celebra hoy en día tiene un origen más reciente. Los vecinos del pueblo engalanan las calles con flores y otros objetos elaborados con papel y cartón y son capaces de crear auténticas obras de arte, variadas y coloridas.
Según me han contado, esta fiesta se celebra cada cuatro años y, aunque en ediciones anteriores la entrada era gratuita, este año cuesta cuatro euros, pero os aseguro que merece la pena ir. Además, el trabajo de la gente bien vale el precio.
Al parecer, este año es especial, puesto que el pueblo aspira a que la Unesco catalogue esta festividad como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. No sé si lo logrará, pero desde luego, es algo digno de verse.
Os dejo algunas fotos, aunque cuando las he pasado al ordenador me he dado cuenta de que no reflejan la belleza real ni el auténtico ambiente. Podéis verlas más grandes si pincháis encima.
Toda la zona ajardinada de esta foto, incluida la vegetación de la fuente, es de papel:
Hay muchas más calles engalanadas, pero no quiero saturar la página con demasiadas fotos, porque además esto no es todo, sino que también he podido ver el Museu Aberto, que es lo que ya me ha terminado de conquistar. Se trata de un museo de historia y costumbres. Una vez más, las fotografías no le hacen justicia:
Como podréis imaginar, he vuelto a casa de lo más contenta. Si tenéis oportunidad de pasaros por Campo Maior, no la dejéis escapar.