¿De qué va?:
Tras el asesinato de su padre, D'Artagnan se propone buscar a los culpables. Unas falsas pistas lo llevan hasta tres de los mosqueteros del rey Luis XIII: Athos, Aramis y Porthos. Tras resolver sus desavenencias, los cuatro jóvenes se unen para proteger al monarca, quien cuenta en su corte con poderosos e insospechados enemigos.
¿Qué opino yo? (Sin destripes):
Ya he comentado antes en este blog que soy fan de los mosqueteros de Dumas y Maquet, pero ninguna adaptación cinematográfica o televisiva me convencía. Cuando llegó esta producción de la BBC, empecé a verla y el primer capítulo me encantó. Me pareció que por fin la novela tendría la adaptación que se merecía. Sin embargo, el segundo capítulo perdió calidad, el tercero fue muy bueno, el cuarto volvió a decaer y el quinto me pareció soporífero. Conclusión, abandoné.
Ahora, años después, me han convencido de que precisamente tras ese episodio es cuando empieza a mejorar, así que le he dado otra oportunidad y esta vez he terminado la temporada. Los cinco primeros episodios me han causado más o menos la misma sensación. El resto, sin que hayan convertido esta serie en una versión inolvidable, me han resultado bastante amenos.
Al final se les acaba cogiendo cariño a estos encantadores pendencieros. Me he quedado enganchada a sus aventuras más por el carisma de los personajes que por la historia. Hay que tener en cuenta que los capítulos son autoconclusivos, exceptuando, si no recuerdo mal, los dos últimos, y eso no ayuda a que, tras ver uno, nos mantengamos ansiosos por ver el siguiente. Sin embargo, tenemos duelos, escaramuzas, intrigas cortesanas, pasados dolorosos, amores prohibidos, juego sucio, honestidad, etcétera. Todo ello proporciona un resultado final muy entretenido. Con todo, el argumento es totalmente libre y poco tiene que ver con la novela francesa.
Además, los encargados de elegir el reparto han tenido un acierto pleno con Athos y Aramis. Tom Burke y Santiago Cabrera parecen hechos para encarnar a estos personajes. El primero conforma a un Athos serio, taciturno, inteligente y aparentemente calmo, a pesar de su agitado interior. La impresión que me da es que ese conjunto de rasgos lo convierten en el mosquetero más respetado por sus compañeros, aquel en cuyas estrategias más confían. Por su parte, Aramis es un conquistador nato, amante no sólo de las mujeres, sino también de las chanzas.
Luke Pasqualino no es exactamente como yo imaginaba a D’Artagnan, pero se ha metido tan bien en el papel de ese gascón temerario y bravucón que me ha acabado conquistando. Además, su D’Artagnan está perfectamente integrado en el equipo formado por los otros tres, como debe ser.
En cambio, Porthos, encarnado por Howard Charles, es quien menos me ha gustado. No es en absoluto como lo había compuesto en mi cabeza a la hora de leer la obra y es, para mí, el más insulso de los cuatro.
También ha sido decepcionante esta Milady de Winter, interpretada por Maimie McCoy. No es la bella, fascinante y misteriosa mujer que cabría esperar. A mi parecer no posee ninguna de esas tres cualidades y no me la creo en ningún momento como ese ser peligrosamente seductor, con cara angelical y alma diabólica, que debe ser. Es uno de los puntos más débiles de The musketeers.
Quien sí me ha gustado mucho ha sido Constance. Esta vez creo que han mejorado al personaje original. A pesar de que me da la impresión de que Tamla Kari va empeorando su actuación conforme va avanzando la temporada y pasa a tener siempre una cara constreñida, Constance en sí es una mujer fuerte y valerosa, atrapada por las circunstancias en una vida que no era para ella, pero que soporta estoicamente. Más de una vez ayuda a nuestros héroes y les saca las castañas del fuego, aunque, como es lógico, eso la meta en algunos apuros.
Ahora bien, mi favorito es Ryan Gage como Luis XIII. Gage nos da un rey muy expresivo, con muchas facetas: voluble, manipulable, orgulloso a la par que débil, burlón, sentimental a veces…
La estética, aunque es bastante correcta, a veces llega a rozar lo steampunk; no hay más que ver, por ejemplo, el vestuario de María de Médici. Por otra parte, es de esas series de aventuras en que no hay que creerse los aspectos históricos al cien por cien y en que el bueno es capaz de vencer a diez malos, además de que nunca le alcanzan los disparos.
Si sois puristas de la obra de Dumas y Maquet, es probable que no os satisfaga, pero si sois fans de los mosqueteros y sólo buscáis algo de entretenimiento, sin ser más exigentes de la cuenta, esta serie es una buena opción.
Puntuación: 3'5 (sobre 5) |