Estreno: 2014 Género: Histórico Cadena: TVE Episodios: 13 País: España Duración por episodio: 70' aprox. |
¿De qué va?:
Culminado el proceso de Reconquista con la toma de Granada, Isabel y Fernando deben enfrentarse a nuevos conflictos. Los últimos años de reinado de los Reyes Católicos se ven determinados por el descubrimiento del Nuevo Mundo, los enfrentamientos con Francia, la salud de la reina y las consecuencias de los casamientos de sus hijos.
¿Qué opino yo?:
Sé que he tardado mucho en traer la reseña de la tercera temporada de esta serie, pero si todavía queda alguien que no la haya visto, le recomiendo que no espere más. Ha pasado bastante tiempo desde que esta producción llegó a su fin y la verdad es que aún la echo de menos cada lunes. Para mí, Isabel ha sido lo mejor que han emitido en televisión en mucho tiempo. Este país está necesitado de series así, de calidad y educativas al mismo tiempo que entretenidas. No sabéis las ganas con las que estoy esperando La corona partida y Carlos, Rey Emperador.
La tercera temporada de Isabel mantiene el nivel de las dos anteriores, pero si en las otras vimos el reinado de sus Católicas Majestades en todo su esplendor, ahora hemos de contemplar su ocaso, y el resultado es una temporada más oscura.
Se tratan muchas cuestiones históricas que sucedieron en los últimos años de Isabel y Fernando en el trono. Una de ellas tiene que ver con la llegada a América por parte de los españoles. Siendo sincera, esperaba algo más de esta parte en concreto, pues hay mucha leyenda negra en torno a los acontecimientos que ocurrieron y creí que la serie sería una buena plataforma para mostrar algunas verdades, pero no ha sido así. De todos modos, entiendo que es un aspecto delicado que puede herir sensibilidades y que, además, no había tiempo para detenerse en ello suficientemente. No obstante, queda patente la preocupación de la reina por los nativos y la maldad latente de aquellos que sólo contemplan la riqueza hallada.
Eje central de la trama es, asimismo, el enfrentamiento continuo con Francia. Las maquinaciones de Fernando, sus conocimientos militares y su capacidad como estratega hacen que este personaje sea la auténtica revelación de esta temporada. Fernando va siempre varios pasos por delante de sus enemigos y es impresionante ver la manera en que acaba llevando a todos a su terreno. Llega a eclipsar incluso a la misma Isabel, puesto que esta, por los hechos que le toca vivir con respecto a sus hijos y a su propia salud, no conserva la misma vitalidad, aunque jamás pierda la fortaleza de su carácter.
Creo que con su trabajo en esta temporada, Rodolfo Sancho y Michelle Jenner han crecido muchísimo como actores. Yo soy de los que al principio no estaban convencidos con Michelle, pero poco a poco se ha ido metiendo en la piel de la reina y asumiendo su fuerza. No obstante, sigo creyendo que el maquillaje se podría haber mejorado, y es que Isabel continúa sin representar la edad que le corresponde.
Otro núcleo fundamental de esta temporada lo conforman las vivencias de los hijos de Isabel y Fernando. Lo que Isabel no quiso para ella es lo que decide para sus vástagos: el matrimonio por conveniencia. Se nos narran las experiencias dentro y fuera del matrimonio de Juan, Isabel hija, María, Catalina y Juana. Esto nos brinda la posibilidad de conocer distintas cortes, como la de los Tudor y la de Flandes. Es a Juana y a Felipe el Hermoso a quienes se les concede mayor protagonismo por su relevancia en el futuro de Castilla.
La locura de Juana es difícil de tratar. Mucho se ha hablado sobre el tema y hay opiniones muy diversas. Hay incluso quien cree que no estaba loca, sino que sufría depresión. En la serie parece padecer una psicosis que se agrava por los celos y por la lejanía de su esposo. Para mi gusto, Irene Escolar sabe encarar de forma correcta la evolución mental de la hija de los Reyes Católicos según la interpretación que los guionistas han hecho de su mal. A veces el patetismo de sus escenas logra poner los vellos de punta.
Por otro lado, Felipe no se luce tanto como debería. Aunque el actor que lo encarna, Raúl Mérida, lleva a cabo su papel de manera convincente, la participación del marido de Juana en las distintas intrigas deja al descubierto un personaje con escaso ingenio y siempre necesitado de consejeros que guíen sus pasos. Creo que nos podrían haber dado a un Felipe más complejo.
El vestuario sigue siendo maravilloso, así como la ambientación. Se nota la evolución desde la primera temporada. Un aspecto destacado en este sentido es la diferencia que existe entre las vestimentas de las distintas cortes, desde la sobriedad de Castilla hasta los colores brillantes de Flandes.
Nuevamente dedico un aplauso a la fantástica banda sonora, que vuelve a realzar la belleza de cada escena.
La serie tiene algunos gazapos e inexactitudes históricas, pero son cuestiones menores, ya que no sólo ha hecho las delicias de muchos, sino que ha contribuido a que personas muy diversas se interesen más por la historia. Si este es un punto de partida para mejorar la televisión de nuestro país e ir profundizando en nuestro riquísimo pasado, no puedo más que desear una larga vida televisiva a los reyes.
Puntuación: 3'5 (sobre 5) |