Hace ya un tiempo os hablé en una entrada sobre la Venta de los Gatos, un lugar estrechamente relacionado con Gustavo Adolfo Bécquer. En Sevilla, una ciudad que no ha cuidado su patrimonio arquitectónico, esta pequeña y destartalada construcción permanece en pie contra todo pronóstico, pero es inevitable pensar que su fin se va acercando cada vez más rápido.
En ella Gustavo situó una de sus narraciones más bellas. Nos habló de los cambios que vivió el lugar, de la alegría que emanaba en un principio y de cómo poco a poco fue cayendo en desgracia. Seguramente no podría ni imaginarse cómo perviviría durante tanto tiempo, ya no rodeada de campo, sino de múltiples edificios, olvidada e incluso despreciada. Algunas voces se han alzado pidiendo su derribo, aunque éste fuera otro varapalo más para Sevilla. ¿Qué más da que sea uno de los pocos lugares que queden aquí en los que los ojos del autor se posaron? ¿Qué importa que su mano lo llevara al papel para que generaciones venideras pudiéramos saber cómo era en su época ese pedacito de historia que nos queda?
En ella Gustavo situó una de sus narraciones más bellas. Nos habló de los cambios que vivió el lugar, de la alegría que emanaba en un principio y de cómo poco a poco fue cayendo en desgracia. Seguramente no podría ni imaginarse cómo perviviría durante tanto tiempo, ya no rodeada de campo, sino de múltiples edificios, olvidada e incluso despreciada. Algunas voces se han alzado pidiendo su derribo, aunque éste fuera otro varapalo más para Sevilla. ¿Qué más da que sea uno de los pocos lugares que queden aquí en los que los ojos del autor se posaron? ¿Qué importa que su mano lo llevara al papel para que generaciones venideras pudiéramos saber cómo era en su época ese pedacito de historia que nos queda?
Hay gente que parece no ser consciente de su importancia, aunque en una sociedad en la que prima la superficialidad y el materialismo no me sorprende que muchos no vean en la venta más que un estorbo, una casita inútil y fea.
Incluso las autoridades políticas del lugar se han olvidado de ella. No le otorgan importancia alguna. Sin embargo, algunos aún saben ver más allá, miran con unos ojos más unidos al corazón y la mente que a los intereses económicos y estéticos. Por eso, en Charge.org se ha abierto una petición para apelar a todas esas personas que tienen sensibilidad artística y apego por la historia y las letras. Es un intento desesperado para salvar esta venta. Quizás aún podamos conseguirlo. No importa de qué lugar seamos, porque la Literatura, como todas las artes, es universal. Os dejo el enlace por si tenéis a bien firmar: