El hombre de acero

27/06/2013


                 Título original: Man of steel                                              Duración: 140' aprox.
                 Género: Superhéroes. Acción. Drama                            País: EE.UU.            
                 Productora: Warner Bros. Picture                                   Año de estreno: 2013


¿De qué va?:


Desde Krypton, un lejano planeta muy avanzado tecnológicamente, un bebé es enviado en una cápsula a través del espacio a la Tierra para que viva entre los humanos. Educado en una granja en Kansas en los valores de sus padres adoptivos, Martha (Diane Lane) y Jonathan Kent (Kevin Costner), el joven Clark Kent (Henry Cavill) comienza desde niño a desarrollar poderes sobrehumanos, y al llegar a la edad adulta llega a la conclusión de que esos poderes le exigen grandes responsabilidades, para proteger no sólo a los que quiere, sino también para representar una esperanza para el mundo. (FILMAFFINITY).


¿Qué opino yo? (Sin destripes):


     Antes de empezar a hablar de la película, me gustaría comentar el entorno que elegí para disfrutar de ella. En Sevilla, desde hace tiempo, la modernidad le está ganando el pulso a la tradición, y cada vez quedan menos lugares donde podamos ir los amantes de ésta. El Cine Cervantes es uno de ellos, aunque reconozco que hasta ahora no lo había visitado. Se trata de un cine con una sola sala, pero no una cualquiera, sino una sala de teatro. La pantalla está sobre el escenario, tras el telón, y los espectadores podemos ver la proyección desde el patio de butacas, bajo una enorme araña y rodeados por los palcos. El espectáculo, por tanto, va más allá de lo que aparece en pantalla.

     Las butacas son muy cómodas, aunque la pendiente del suelo no es tan pronunciada como en los cines modernos, y si se sienta alguien delante, puede molestar. Lo bueno es que al ir tan poca gente y ser la sala tan amplia, podemos cambiarnos de sitio y ver la película con tranquilidad. Además, está en pleno centro.


     He oído a algunos críticos afirmar que los últimos cuarenta minutos de Man of Steel son una tortura, ya que hay acción a raudales y el sonido del cine destroza los oídos. Pues bien, eso no me ha pasado a mí en este lugar (que conste que no me pagan por hacerle publicidad, es sólo que me da pena que tenga que terminar cerrando). El caso es que en el Cervantes el sonido es muy bueno, envolvente, pero no estridente. No tiene un volumen tan potente como otros.


     Y ahora paso ya a comentar la cinta. En rasgos generales, me ha gustado mucho. Ya era hora de que Superman tuviera una buena película. Es simplemente espectacular, y los efectos especiales son apabullantes. A veces ocurre que cuando se hace algo con unos efectos tan caros y conseguidos, se olvida el guion y el producto final es más bien malo. Eso no sucede aquí. La historia de El hombre de acero me ha convencido. Como digo, en conjunto la cinta me ha parecido bastante buena, pero si analizo parte por parte, hay aspectos que no me han gustado nada.

     El primero de ellos es la forma en que está rodada. Parece que se ha usado la técnica de llevar la cámara al hombro, y durante la mayor parte de las escenas hay un movimiento muy molesto que puede llegar a marear. Es lógico que en las peleas la cámara muestre ese ajetreo, pero no es tan normal si lo que observamos son personajes hablando o realizando labores cotidianas. Por lo que he leído, los responsables lo han hecho así para dar más realismo. No comprendo eso, la verdad: en la vida real, cuando estamos quietos conversando con alguien, no lo vemos todo temblando.


     Tampoco me ha convencido la relación con Lois, demasiado forzada. Superman es mi superhéroe preferido y su historia de amor con ella siempre me ha encantado. Un hombre como él, poderoso, atractivo y generoso, podría elegir entre muchas mujeres, podría optar por una modelo espectacular, como Spiderman, o por mujeres despampanantes, como Batman, pero se enamora de Lois Lane, una periodista más bien normalita físicamente, pero inteligente y con fuerte personalidad. Y ella, por su parte, siempre se siente atraída por el héroe de Krypton, pero poco a poco va prefiriendo al humano, Clark Kent. Sin embargo, este último aspecto cambia por completo en esta producción, (DESTRIPE. SELECCIONAR TEXTO PARA VER) quitando todo el misterio,  ya que casi desde el principio ella conoce su verdadera identidad.
     

   Lois se nos presenta aquí como podíamos esperar, es lista, valiente, temeraria, de buen corazón y con confianza en sí misma, pero se han eliminado algunos aspectos que hemos visto en otras películas o series: ese lado de ella que disfrutaba irritando a Clark y su competición con él por conseguir la mejor historia. El resultado es, quizás, una Lois demasiado seria, formal y sin el suficiente carisma.

     Quiero ser justa con Amy Adams, pero también fiel a mi propia opinión. Amy no es mala actriz, y me cae bien, pero no me la creo como Lois.

     Tampoco me han gustado Diane Lane como Martha Kent ni el actor que hace de Perry White (para mí no es como Perry en ningún sentido).

     Entre lo que sí me ha gustado está el modo en el que se plantea la historia. El comienzo en Kripton ya es de por sí fabuloso. Hay continuos flashbacks en todo el metraje que considero muy acertados para mostrarnos por qué Clark es como es.


     Henry Cavill es un buen Superman, aunque la personalidad de Clark también es distinta de como la hemos visto en otros lugares: es serio y meditabundo. Lo que más se acentúa en él es su sentimiento de soledad y de incomprensión, al mismo tiempo que su apego y sacrificio por una raza que no le acepta demasiado bien, la humana. Cavill cumple bien con su papel, consiguiendo que nos encariñemos con él y hasta que sintamos cierta lástima. Lo malo es que Henry Cavill con gafas es Henry Cavill con gafas; es imposible que engañe a nadie, pero bueno, haré un acto de fe.

     Físicamente es perfecto para el personaje. No sé cuánto tiempo ha pasado en el gimnasio o si ha necesitado anabolizantes, pero lo cierto es que este chico no estaba así de desarrollado. El traje le sienta como un guante, y el nuevo diseño es muy superior a cualquier otro visto anteriormente, aunque a decir verdad (y esto a lo mejor no suena muy bien), echo de menos los calzoncillos rojos.

     
     También he visto que hay quien critica la enorme destrucción causada por las batallas, pero no sé qué esperan cuando se da una lucha tan encarnizada entre titates como Kal-El, Faora y el general Zod.

     El resultado final, como dije al comenzar la crítica, es más que aceptable. Podría haber sido mejor, pero la perfección no existe, y es una película que, a pesar de su duración, no se hace larga en absoluto.

Puntuación: 4 (sobre 5)

Populaire

18/06/2013


              Título original: Populaire                                            Género: Comedia romántica
              Año de estreno: 2012                                                    Duración: 111' aprox.
              Productora: Les Productions du Trésor                   País: Francia



¿De qué va?:


En la primavera de 1958 la joven Rose Pamphyle (Déborah François) vive con su padre, un viudo cascarrabias que dirige la tienda del pueblo. Comprometida con el hijo del mecánico local, parece destinada a la vida tranquila y monótona de un ama de casa, pero no es eso lo que ella desea. Cuando viaja a Lisieaux, en Normandía, para una entrevista de trabajo en la agencia de Louis Échard (Romain Duris), el resultado es desastroso. Pero Rose tiene un don especial, puede mecanografiar a una velocidad endiablada, lo que llevará a Louis a entrenarla para participar en las competiciones más importantes. (FILMAFFINITY).


¿Qué opino yo? (Sin destripes):


     Aunque he visto  que esta película está catalogada como drama en algunos lugares, nada más lejos de la realidad; se trata de una comedia romántica, ¡y cómo me gustan las comedias románticas bien hechas! Normalmente disfruto mucho con este tipo de cintas cuando evitan caer en los excesos y sus partes constituyentes guardan un equilibrio proporcionado. Por ejemplo, la última tendencia en Hollywood es saturar las comedias de elementos burdos y soeces que me sobran por completo, y a veces tienen más de eso que de amor, así que no sé por qué se les añade la etiqueta “románticas”; pero por otro lado, hay quien opta por lo contrario, por una inyección concentrada de azúcar que puede provocar en el espectador una fuerte reacción alérgica.


     Sé que en este sentido soy exigente: adoro las historias de amor, pero no llevo bien las cursilerías. Dicho esto, Populaire tiene los ingredientes necesarios para resultar una buena producción. Lo cierto es que no sabía muy bien qué esperar de ella, y finalmente me ha gustado bastante.

    Los créditos iniciales, con su animación y su música vivaracha, me han recordado mucho a los de las películas que Rock Hudson y Doris Day rodaron en los años 50 y 60. Éstas  planteaban la guerra de sexos, asunto que está presente también en Populaire, aunque de forma mucho más velada. En este sentido, hay una escena que puede crear cierta polémica, pero a mi parecer pretende reflejar la igualdad de sexos. Me refiero a un momento en el que Rose da una bofetada a Louis y él responde de la misma manera. Antes de eso, la propia Rose había afirmado que su hombre ideal debía tratarla como a una igual. Pues bien, Louis termina comportándose igual que ella en esta escena (con sus consecuencias), independientemente de que nos parezca bien o mal.

     El director ha sabido disponer los elementos de la trama de manera que el conjunto sea creíble y no se haga pesado. Así, el enamoramiento, que desde el principio es evidente que se va a producir, no surge excesivamente rápido y su transcurrir se mezcla con otros temas, como la relación de la protagonista con su padre o el duro entrenamiento para alcanzar un sueño. Con respecto a esto último, se juega con la ambigüedad: durante parte del metraje no queda claro si es de ella o de Louis, y esto va a provocar algunos conflictos.


     Me han fascinado en especial la fotografía y la estética. La época está muy bien reflejada en la pantalla: el vestuario es bastante bueno, así como el mobiliario de las casas, la oficina o la tienda del padre de Rose, y también los peinados y el entorno. Vemos bonitos ambientes franceses, y hay unos minutos en concreto que me han llamado la atención: en ellos los protagonistas van circulando por carretera ante la Torre Eiffel rodeados de muchos otros vehículos de ese tiempo. Realmente me he sentido transportada a ese lugar y a ese momento por el verismo con que está rodada esa parte.

     Otro detalle que me ha cautivado es el de cómo un “te quiero” se comprende en todos los idiomas.

     Romain Duris es un actor que me gusta desde que lo conocí en Arsène Lupin, aunque esa cinta es muy mala. Un actor más bien feo que interpreta a un conquistador nato (en Los seductores) y consigue que nos lo creamos tiene que ser un buen profesional. En Populaire no hace su mejor papel, pero su actuación es buena, acorde con lo que se le puede exigir en función a su personaje.


     A Déborah François no la conocía, pero también está muy correcta en un rol que la obliga a oscilar entre la ingenuidad y la capacidad de seducción.

   Tiene un papel secundario pero no poco importante Bérénice Bejo, conocida principalmente por The artist.

     La banda sonora no está mal, aunque no pasará a la historia. Son composiciones que van bien con las escenas en las que aparecen, pero no resultan memorables.

     En definitiva, es una producción colorida, optimista, bien planteada, bien interpretada y muy agradable.

Puntuación: 4 (sobre 5)
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