Los mundos de Chrestomanci es una saga escrita por Diana Wynne Jones entre 1977 y 2006. Supone un conjunto de siete libros, de los cuales el primero es Una vida mágica. En España, los cuatro títulos que dan inicio a la colección fueron editados por SM en 2002 y rápidamente descatalogados.
En 2015, la editorial Anaya volvió a publicar el primero. Esta edición está a la venta por 8'90 euros y consta de 265 páginas.
En 2015, la editorial Anaya volvió a publicar el primero. Esta edición está a la venta por 8'90 euros y consta de 265 páginas.
¿Qué opino yo? (Sin destripes):
Diana Wynne Jones es la autora de uno de
mis libros favoritos, El Castillo
Ambulante y, además, fue alumna nada menos que de Tolkien. Desde que me
enamoré de esa magnífica novela leo todo lo que cae en mis manos de esta
escritora, aunque hasta ahora ninguna obra suya me había enganchado tanto como
aquella.
Llevaba mucho tiempo queriendo leer la saga
de Chrestomanci, pero en España sólo publicaron los cuatro primeros libros y,
para colmo, cuando quise hacerme con ellos, ya estaban descatalogados, así que
imaginad mi alegría cuando Anaya sacó de nuevo el primero.
Las páginas se me han pasado volando y la
novela se ha terminado casi sin que me diera cuenta. He vivido unos días
maravillosos absorbida por la historia de Gato, Gwendolen, Chrestomanci, su
castillo, su jardín y mucho más. Es una obra en la que la magia rebosa por
todas partes y en la que nunca sabemos qué va a pasar. Se desarrolla en un universo
en el que la existencia y uso de la magia es algo completamente natural, lo
que trae consigo peligros que los personajes deben afrontar.
Los libros de Diana tienen un problema, si
es que esto puede considerarse como tal, y es que suelen empezar de forma lenta
para ir cogiendo ritmo hacia la mitad y dar un giro asombroso casi al final. Eso
puede hacer que algunas personas abandonen antes de tiempo, pero craso error. Cuando
uno sigue leyendo, es inevitable acabar atrapado por sus tramas y sus
personajes. En esta ocasión, igual que me pasó con Howl, he sentido mucha
curiosidad por Chrestomanci, que no es el protagonista, pese a todo, pero para
mí ha resultado el más interesante de esta historia.
Un adjetivo que se le puede aplicar a este título es el de "imprevisible". Aunque me imaginaba ciertas cosas, la autora ha conseguido sorprenderme. Suceden hechos que no esperaba y queda claro que la imaginación de Diana es absolutamente desbordante.
Aunque a priori parezca una lectura
infantil, es perfectamente capaz de cautivar a un adulto, no sólo por el
interés que despiertan los propios acontecimientos, sino porque, leyendo entre
líneas, observamos temas que se comprenden mejor con una edad más avanzada, y
es que en el mundo fantástico de Chrestomanci hay lugar para el odio, la
traición, el egoísmo y algo que me ha llamado mucho la atención, el cainismo.
Por supuesto, también hay sentimientos y cualidades positivos.
El estilo es muy, muy sencillo, de manera
que todo tipo de público puede acercarse a Una
vida mágica sin temor (y sin diccionario).
Los protagonistas son niños, Gato y su
hermana Gwendolen, que es uno de los personajes más insufribles que me he
encontrado en mucho tiempo, pero ella está diseñada así aposta y conforme vamos
avanzando nos damos cuenta del porqué. Con Gato, en cambio, es muy fácil sentir
afinidad y empatía, aunque a veces den ganas de darle un buen tirón de orejas
por determinados errores que comete. La narración empieza a ganar puntos con la
aparición de Janet, de quien no diré nada para que la descubra libremente quien
aún no se haya acercado a esta obra.
Los secundarios son de lo más variopinto.
Tenemos brujas, hechiceros, encantadores, usureros y hasta algún dragón. Lo que
me da pena es que, terminada la última página, ya no sepamos nada más de los que hemos conocido,
puesto que, aunque la saga continúa en seis volúmenes, los personajes son
diferentes. El lado bueno de esto es que no debemos tener miedo si la editorial
decide no seguir con la publicación, ya que, al menos en el primer libro, el
final es un final en condiciones. No obstante, tengo fe en que Anaya nos
permita seguir deleitándonos con Los
mundos de Chrestomanci.
Puntuación: 4'5 (sobre 5) |