¿De qué va?:
Chiyohara Natsuki (Karina) abandona su puesto en un prestigioso restaurante de Tokyo para contraer matrimonio, pero en la mismísima ceremonia de boda, el novio sale huyendo. El fotógrafo contratado para cubrir el evento es Mikuriya Asahi (Yamashita Tomohisa), quien entiende la situación que atraviesa Natsuki, ya que él mismo fue abandonado por su novia, Kasumi (Nagasawa Masami), tres años antes y sigue sin poder olvidarla.
Cuando unos amigos de Asahi que viven en la misma localidad costera que él necesitan un cocinero para el verano, decide contactar con Natsuki para ofrecerle el puesto. La muchacha acepta, y ya en el pueblo comienza a conocer mejor los sentimientos de Asahi por la mujer que lo abandonó y a trabar amistad con el grupo del joven, especialmente con Hanae (Toda Erika), quien lleva enamorada de Asahi diez años.
Cuando unos amigos de Asahi que viven en la misma localidad costera que él necesitan un cocinero para el verano, decide contactar con Natsuki para ofrecerle el puesto. La muchacha acepta, y ya en el pueblo comienza a conocer mejor los sentimientos de Asahi por la mujer que lo abandonó y a trabar amistad con el grupo del joven, especialmente con Hanae (Toda Erika), quien lleva enamorada de Asahi diez años.
¿Qué opino yo? (Sin destripes):
Éste es el segundo dorama que traigo al blog, y he estado dudando mucho sobre si reseñarlo o no, ya que aunque la trama principal me ha gustado bastante, hay un par de personajes que no tienen nada que ver con el argumento de la serie ni con los protagonistas y cada vez que salen tienen unas paridas incomprensibles que me han dado vergüenza ajena. Por suerte, sólo se les dedican tres o cuatro minutos por episodio, y si decidimos pasar esos momentos, mejor.
En cuanto a la auténtica trama, me ha tenido enganchada hasta el final. Hay que tener en cuenta que estamos ante un slice of life y no hay grandes intrigas ni cliffhangers. Quizás a algunas personas podría darles sensación de lentitud, porque todo gira en torno a las historias cotidianas de un grupo de amigos, ahondando en los sentimientos y anhelos de cada uno de ellos. Sin embargo, ahí es donde reside su encanto.
La serie nos sitúa en una pequeña localidad costera en plena etapa veraniega, por lo que tendremos muchas escenas de playa, chiringuitos y hasta alguna que otra borrachera, porque si algo no les falta nunca a estos chicos es una cerveza. A pesar del ambiente divertido que se refleja en algunas ocasiones, el tono general que recorre los episodios es serio y, a veces, melancólico.
Nada más empezar observamos que el pueblo parece una burbuja anclada en un momento determinado del tiempo donde sus habitantes repiten las mismas costumbres cada año, se conforman con un trabajo que les impide avanzar y se estancan desde el punto de vista sentimental. Aunque haya algunos que no se sientan realmente a gusto, se conforman con ese inmovilismo.
Así, Asahi lleva tres años esperando el regreso de una mujer que lo abandonó y pasando cada día ante el cartel de cerveza que ella protagonizó antes de marcharse; Hanae ha pasado los diez últimos años enamorada de Asahi, más o menos el mismo tiempo que Hikaru lleva enamorado de ella.
Todos encuentran cierta seguridad en esa rutina y en el grupo de amigos. Es el verano en que conocen a Natsuki (curiosamente el primer kanji que forma su nombre significa “verano”) cuando poco a poco las cosas comienzan a cambiar. Ella es la primera que encuentra el valor para hacerlo y, casi sin proponérselo, propicia que un engranaje antes oxidado se ponga en marcha.
La estrella principal del dorama es Yamashita Tomohisa, más conocido como Yamapi. Que me perdonen sus fans y entiendan que esto es una opinión completamente subjetiva, pero este chico no me parece buen actor. Sólo lo he visto en dos series, pero sea cual sea la emoción que deba mostrar, únicamente le veo dos expresiones: triste y triste sonriente. Su personaje llega a rozar el patetismo a veces, no sólo por su sufrimiento al ser incapaz de olvidar a la que cree el amor de su vida, sino también porque no hace nada para superarlo. Con todo, es inevitable querer que un hombre capaz de amar con tanta intensidad y lealtad sea feliz con alguien que le corresponda.
¿Y cuáles son las opciones? En principio la sombra de Kasumi, la mujer que lo abandonó, siempre está presente y no se sabe si puede volver o no, pero al lado de Asahi también está Hanae, su gran amiga, quien le ha consolado en cada momento de desánimo y nunca se ha rendido, pese a saber que jamás ha sido correspondida. Ella no pierde la esperanza de que su constancia le abra una puerta al corazón del fotógrafo.
Por otra parte está Natsuki, la chica de Tokyo a la que su prometido dejó el día de su boda. Es terca y con modales algo rudos, pero muy noble y con un gran sentido de la amistad. Cuando conoce al grupo, decide apoyar a Hanae, aunque las cosas empiezan a tomar un rumbo inesperado para todos.
El cuarto (o quinto) en discordia es Hikaru, que parece ir un poco a lo suyo y es el primero del grupo (sin contar a Natsuki) que se atreve a luchar contra ese inmovilismo. Su gran amor es Hanae, aunque durante muchos años haya tenido que conformarse con ser su paño de lágrimas sabiendo que no es correspondido.
Hay muchos más personajes y todos tienen su función, pero estos son los protagonistas del drama amoroso.
Al mismo nivel se tratan otros temas como la amistad, los distintos caminos que las personas nos podemos ver forzadas a tomar, el miedo a lo que nos espera, el fracaso, el triunfo, etcétera.
Los dos primeros capítulos son algo flojos, pero luego se va volviendo más interesante. Por una vez he tenido serias dudas sobre con quién debía quedarse el protagonista, aunque creo que al final todo se resuelve como es debido.
Después de pensar mucho qué puntuación le doy, he decidido quitarle medio puntito por esa pareja tan rara que dañaba gravemente mi salud mental cada vez que salía.
Os dejo un vídeo con la canción principal por si sentís curiosidad.
Os dejo un vídeo con la canción principal por si sentís curiosidad.
Puntuación: 3'5 (sobre 5) |