Un año más, una edición más de la Feria del Libro de Sevilla, mi ciudad. En esta ocasión ha estado dedicada al libro infantil y juvenil y creo que eso la ha hecho particularmente bonita, porque la imaginación y la fantasía deben comenzar a crecer en la infancia para no perderse nunca.
Otros años he sido madrugadora y he asistido a la feria en las primeras horas de la mañana. No recuerdo haberme topado nunca con una firma de libros por ese motivo, ya que suelen empezar algo más tarde. Esta vez, sin embargo, he ido a horas en que la afluencia de público era amplia y las firmas ya había comenzado. Así, he tenido la oportunidad de ver a escritores como Antonio Rodríguez Almodóvar, Juan Eslava Galán, Santiago Posteguillo y Almudena Grandes, aunque esta última no es santo de mi devoción.
Santiago Posteguillo
Lo único negativo que he vivido es tener que ver que algunos autores menos conocidos permanecían largos ratos de brazos cruzados porque nadie se les acercaba. Comprendo que los grandes que he nombrado antes consigan largas colas de lectores para una firma, pero me da lástima que el trabajo de otros no se reconozca y las ilusiones puestas en algo que es parte de sí mismos se vean desvanecidas por el escaso reconocimiento. En fin, nadie dijo que la vida fuera fácil y el oficio de escritor, aunque pueda ser gratificante, también es duro.
La cola para conseguir la firma de Santiago Posteguillo
Por otro lado, hemos tenido algunos días pasados por agua. Se dice que en Sevilla la lluvia es una maravilla, pero esto no se puede aplicar si hay libros de por medio. Con todo, el ambiente no ha decaído y he visto más gente que en ediciones anteriores.
No sólo ha habido muchas visitas y algo de agua, sino, sobre todo, mucho talento, y no me refiero únicamente a los autores, sino a mil detalles, como este de una de las librerías:
Y también bonitos obsequios, como este marcapáginas que me dieron en otra caseta. Me encanta el mensaje:
Y ahora sí, mis compras. No he comprado nada de lo que tenía pensado y me he venido a casa con libros muy diferentes de lo que suelo leer. Sólo me he traído dos, porque a pesar del 10% de descuento, toca cuidar un poco la economía. El primero es muy peculiar. No llevaba en mente nada comprar nada así cuando llegué a la feria, pero es tan original y me gustó tanto que no lo pude evitar. Aquí lo tenéis:
Tras el descuento, el precio se quedó en poco más de diez euros y creo que merece la pena. Las recetas están nada más y nada menos que en verso, como podéis ver aquí (pinchad encima para ver la imagen más grande):
Mi novio me dijo que si ya de por sí no se me da bien la cocina, cómo me compraba un libro con recetas en verso, pero le contesté que si el autor había conseguido comprimirlas en poemas breves, no podían ser difíciles, y así es. Además, me gustan mucho las comidas tradicionales que vienen. Por supuesto, ya estoy deseando hacer los Duelos y quebrantos quijotescos. Además, los distintos apartados están separados por preciosos dibujos como estos:
Con la otra compra estoy muy ilusionada. Fue una recomendación, y yo, que soy una enamorada de mi ciudad, no tardé en buscarla. Adoro todo lo que tenga que ver con la historia y las leyendas de Sevilla, y esta obra parece ideal para empaparse de ello:
No es un libro sesudo que se adentre en profundos recovecos y descripciones que harían las delicias de exigentes incondicionales de la historia, sino que se centra en los datos más relevantes de cada etapa, contando anécdotas y curiosidades que captarían la atención de cualquiera sin provocarle nunca el aburrimiento. De este modo, los apartados son muy breves; no se dedican páginas y páginas a hablar de lo mismo.
No lo voy a leer todavía porque tengo otros dos entre manos, pero estoy deseando hincarle el diente. Anoche lo hojeé y me enteré de cuestiones muy interesantes, como que el suelo sevillano es relativamente reciente. Al parecer, esto era un lago y hasta aproximadamente el año 1000 a. C. no se formó una isla que fue aprovechada por pescadores y cazadores.
He visto que hay un capítulo dedicado a Cervantes y Lope de Vega en la ciudad, se nos cuenta cómo eran los rincones más importantes en distintos períodos y se ofrecen apuntes tan llamativos como cuál era la sede de la Inquisición y el lugar donde llevaba a cabo sus actuaciones. Cuando lo lea, aportaré más información en la reseña.
No lo voy a leer todavía porque tengo otros dos entre manos, pero estoy deseando hincarle el diente. Anoche lo hojeé y me enteré de cuestiones muy interesantes, como que el suelo sevillano es relativamente reciente. Al parecer, esto era un lago y hasta aproximadamente el año 1000 a. C. no se formó una isla que fue aprovechada por pescadores y cazadores.
He visto que hay un capítulo dedicado a Cervantes y Lope de Vega en la ciudad, se nos cuenta cómo eran los rincones más importantes en distintos períodos y se ofrecen apuntes tan llamativos como cuál era la sede de la Inquisición y el lugar donde llevaba a cabo sus actuaciones. Cuando lo lea, aportaré más información en la reseña.
Esto es lo que ha dado de sí para mí esta Feria del Libro de Sevilla en 2016. Espero que el año que viene pueda repetir.