Esta obra de Henry James fue escrita durante el invierno de 1879-1880. Se publicó por entregas al mismo tiempo en Inglaterra y Estados Unidos. En 1880 en Nueva York y en 1881 en Londres fue recopilada en forma de libro.
En España son muchas las editoriales que la han traducido. En la actualidad existen diferentes ediciones en las librerías: Alianza (10'90 €), Alba (24 €), Sexto Piso (24 €), Austral (8'95 €), Planeta (21 €) y Eneida (13'50 €) son las más destacadas.
¿Qué opino yo? (Sin destripes):
Mi primera toma de contacto con esta historia fue con la película La heredera, dirigida por William Wyler en 1949. Es uno de esos filmes que nunca se olvidan y que apetece volver a disfrutar de vez en cuando. Unos años después vi la otra versión que se hizo, ya con el mismo título del libro, aunque de menos calidad.
Sin embargo, hasta ahora no había leído la novela. La idea que plantea Henry James es bastante sencilla, y seguramente todos la hemos visto repetida con distintos matices en el cine, series u otros libros. No sólo todas las páginas giran alrededor de lo mismo, sino que también aparecen muy pocos personajes. Cuando el lector empieza a leer, quizás podría preguntarse qué puede narrar el autor en más de doscientas páginas que sea interesante si parte de una premisa tan simple. A pesar de esta impresión, cuando uno se sumerge en la historia, ya no puede parar. No es tanto qué cuenta, que también, sino cómo lo cuenta. Lo que al principio puede parecer un argumento carente de complejidad se convierte en una composición magnífica si cae en las manos de un genio.
Catherine Sloper es una de las protagonistas más aburridas, insulsas y flemáticas que me he encontrado nunca, pero, al contrario de lo que sucede en otros lugares, en este caso aquí es donde radica el interés. Ese carácter está moldeado aposta por el escritor para que la veamos evolucionar y para que sintamos compasión de ella. Es inevitable preguntarse si no existe nadie que olvide estos defectos y vea en ella unas virtudes que la hagan merecedora de ser amada. El lector se cuestiona si Morris Townsend puede ser ese hombre, si él, atractivo, inteligente y desenvuelto, puede querer realmente a su lado a alguien como Catherine. Aquí está la trampa de James: ¿ha visto Morris lo bueno que hay en ella o sólo persigue el dinero que a la muchacha le tocará en herencia?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3WbJK5C_z13kQEgvf-e-YmhFz8eHm0MTgK2cC-4QTRi4b6OrotzOCFu2agJ65BcA1SewiBa2p14kVMoYJ9ZJ2KA2qlHJpRjmKX3JILPoOhGC4Z0_10e4gHliEJ2dXxvGs6wc9OPBiYL3y/s1600/La+heredera+cartel.jpg)
Sin embargo, hasta ahora no había leído la novela. La idea que plantea Henry James es bastante sencilla, y seguramente todos la hemos visto repetida con distintos matices en el cine, series u otros libros. No sólo todas las páginas giran alrededor de lo mismo, sino que también aparecen muy pocos personajes. Cuando el lector empieza a leer, quizás podría preguntarse qué puede narrar el autor en más de doscientas páginas que sea interesante si parte de una premisa tan simple. A pesar de esta impresión, cuando uno se sumerge en la historia, ya no puede parar. No es tanto qué cuenta, que también, sino cómo lo cuenta. Lo que al principio puede parecer un argumento carente de complejidad se convierte en una composición magnífica si cae en las manos de un genio.
Catherine Sloper es una de las protagonistas más aburridas, insulsas y flemáticas que me he encontrado nunca, pero, al contrario de lo que sucede en otros lugares, en este caso aquí es donde radica el interés. Ese carácter está moldeado aposta por el escritor para que la veamos evolucionar y para que sintamos compasión de ella. Es inevitable preguntarse si no existe nadie que olvide estos defectos y vea en ella unas virtudes que la hagan merecedora de ser amada. El lector se cuestiona si Morris Townsend puede ser ese hombre, si él, atractivo, inteligente y desenvuelto, puede querer realmente a su lado a alguien como Catherine. Aquí está la trampa de James: ¿ha visto Morris lo bueno que hay en ella o sólo persigue el dinero que a la muchacha le tocará en herencia?
«Tenía una profunda aversión a exagerar las cosas: pensaba que la mitad de las penurias y muchas de las decepciones de la vida derivaban de esa actitud». |
Las intenciones del joven no quedan claras al principio. No sabemos si la ama o no, y sólo poco
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh91mJDpsGFcz3qlrwWciyEdZXinHjHHxGZlpfB59y9OsS-qqSBMc3S9_NSQysm-LqXApuhypfcsiCrdo5SX8zHIrpqSVwfojnpeo1BXlr1w637LdtCiHIKUFrcJARr7uZt1p9_ZCz4yHlS/s1600/Casa+Washington+Square.jpg)
Tanto ella como él están perfectamente construidos. Quizás Morris sea un personaje más típico, pero su participación en la obra, su papel fundamental en la vida de Catherine, su manera de manejar los conflictos y la ambigüedad con la que se muestran sus pretensiones lo hacen muy interesante.
Por otro lado está el padre de Catherine, el doctor Sloper. Desde el principio se opone a la relación de su hija con Morris y, menospreciándola siempre, insiste en que es del todo improbable que alguien vea algún encanto en ella, ya que a sus ojos no posee ninguno. Viudo de una mujer guapa e inteligente, se lamenta con frecuencia de una hija que no se le parece en nada y a la que considera tonta y carente de cualquier tipo de atractivo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDXKb40Wv4t77TioKRrs6j6PX8xTm0lOFQwfIQuYxKw2mFw4pcLuFL90ADmT97MEv-dkYA36FcHIILTjhN9kV65GZ5zlAMHuzOy1qg6Uvq3wZl0N-Xjy71h_IBsIuVVx6Cd6GXNRtDaQ7U/s1600/Washington+Square.jpg)
La última en discordia en la señora Penniman, la tía de la protagonista. También ella tiene una participación fundamental en todo lo que le sucede a Catherine. Con unas ideas románticas que sobrepasan con mucho el límite de lo normal, no puede evitar dar pésimos consejos tanto a su sobrina como al pretendiente de ésta.
Es una novela muy psicológica, pero no introspectiva. Observamos el carácter de los personajes por las opiniones de otros personajes, por los apuntes que James hace al respecto y por lo que nosotros mismos podemos extraer del comportamiento de cada uno.
La forma de narrar del autor es exquisita, culta pero no pedante, elegante pero no complicada. Las partes narradas superan a las dialogadas, y el dominio de James sobre la palabra se desvela en cada línea. Los diálogos son brillantes, especialmente los que se dan entre el doctor Sloper y Morris, dos hombres de mente clara y sobresaliente. A pesar del escaso dinamismo de la acción, las páginas van pasando casi sin que nos demos cuenta.
El final me parece bastante correcto, es como debía terminar, aunque esperaba un poco más. En este caso me quedo con el de la película de 1949, que es sencillamente sublime.
¿Escapará Catherine de la tiranía de su padre? ¿Morris la quiere o no la quiere? ¿Se precipitará al vacío con la ayuda de todos o una mano cariñosa la alejará de él?
Puntuación: 3'5 (sobre 5) |