El Paraíso de las Damas es una obra de Émile Zola que forma parte de la serie Les Rougon-Macquart, compuesta por veinte novelas. La que nos ocupa en esta entrada es la número once, pero puede leerse de manera independiente, ya que es una historia completa y conclusiva. Se publicó por primera vez en 1883.
En España tenemos dos ediciones muy asequibles, una de Debolsillo por 9'95 euros, y otra de Alba editorial en su colección Minus por 12 euros.
¿Qué opino yo? (Sin destripes): Este
libro lo leí hace poco movida por el interés que me había despertado The Paradise, la serie de la BBC, y lo
cierto es que son dos versiones completamente diferentes. La cadena británica
ha optado por una historia bastante más edulcorada que la que contiene el texto
de Zola.
Personalmente
me encanta el modo en que la BBC ha reflejado el romance, pero la novela explica con mayor amplitud el
desarrollo de las nuevas formas de comercio y la desaparición de las tiendas
tradicionales absorbidas por aquéllas. Las consecuencias son tanto económicas
como personales, y hasta urbanísticas. La obra se convierte así en un estudio
sociológico y mercantil en el que el drama de los personajes queda expuesto con
toda su crudeza.
Zola
deja ver de forma explícita la inmoralidad imperante. Tener amantes estaba a la
orden del día, considerándose incluso algo normal. Las trabajadoras de El
Paraíso de las Damas lo tienen por costumbre para aumentar sus ingresos o
mejorar su calidad de vida, y el hecho de que Denise se niegue a ello se ve
como algo totalmente incomprensible. Llega hacerse alusión incluso a la
prostitución.

«No sólo están las mujeres, que al fin y al cabo me importan bien poco. Está la voluntad de querer y de hacer, de crear, en definitiva. Tienes una idea y luchas por ella, se la metes a martillazos a la gente en la cabeza, la ves crecer y triunfar». |

Los
secundarios no tienen nada que ver con lo que se nos ha mostrado en televisión.
En El Paraíso de las Damas hay más
personajes y con situaciones muy diferentes.
Como
buen naturalista, Zola lleva el gusto por la minuciosidad al extremo. El lector
se ve inmerso con frecuencia en prolijas y ricas descripciones. Es realmente
impresionante la maestría que tenía este escritor para hacernos sentir como si
estuviéramos viendo con nuestros propios ojos aquello que cuenta, como si fuéramos testigo directo de todo. Objetivamente, Zola era un magnífico novelista, pero subjetivamente, cada uno debe juzgar si le gusta o no este estilo.
«Las clientes, despojadas,
forzadas, se marchaban, medio rendidas, con la misma voluptuosidad satisfecha y
la misma vergüenza sorda que proporciona la consumación de un deseo en lo más
recóndito de un hotel de mala fama».
|
Se
detalla con frecuencia, entre otras cosas, la mercancía de la tienda, y así tenemos una apabullante exhibición de sedas, muselinas, encajes,
pasamanería, guantes, calcetería, tartanes, perfumes… Además de esto, se
refleja la introducción de técnicas de marketing que hoy en día nos parecen
completamente normales, como las rebajas, las devoluciones de compras, las
comisiones de los empleados, el escaparatismo o la publicidad.
Todas
las tramas y subtramas planteadas en la obra resultan igualmente interesantes y
las descripciones que mencionaba antes no hacen más que enriquecerla. Tal vez
haya lectores que puedan verse abrumados por ello, pero a decir verdad, a mí me
ha gustado mucho.
Si
nos trasladamos al París real del siglo XIX, Aristide Boucicaut adquirió una pequeña
tiendecita a orillas del Sena a la que llamó Le Bon Marché. En 1852 ya era un
comercio algo más grande de lo normal. Contaba entonces con doce empleados y
continuó creciendo hasta convertirse en uno de los negocios más grandes del
mundo. En este lugar se basó Zola para describir El Paraíso de las Damas que
nos presenta en su novela. A día de hoy, el edificio sigue en pie y muy bien
conservado.
Para saber más: A
finales de 2012, TVE2 emitió dos documentales sobre la aparición de los
grandes almacenes en el mundo y los hombres que la hicieron posible. Se trata
de Una genial idea y Un juego moderno. Lamentablemente la
cadena pública ya los ha eliminado de su página web, así que supongo que son muy
difíciles de hallar, pero ambos son muy recomendables. Si alguien encuentra
el modo de verlos, que no lo dude.
Puntuación: 4 (sobre 5) |
Leyendote, una tiene ganas de salir corriendo a la librería más cercana y perdirse uno urgentemente. Lamentablemente, ahora ésto es difícil...además de verme atrapada en otros libros...pero no descarto estar pronto con Zola en su objetiva visión de la situación mercantil del momento. Y sí acaba bien, aumenta mi interés.
ResponderEliminarGracias por tan buena descripción del libro.
Los documentales de las 2 trataré de buscarlos...suenan muy interesantes.
Bss!!
Yo creo que este libro te encantaría, María, así que cuando puedas, si tienes tiempo y te apetece, dale una oportunidad.
EliminarLos documentales son más difíciles de encontrar, y es una pena, porque son interesantísimos.
Estoy viendo la serie y veo que difiere bastante del libro y efectivamente, leyéndote dan ganas de salir corriendo a comprarlo.
ResponderEliminar¡Hola! Muchas gracias por comentar. La serie es muy buena, pero el libro no se queda atrás. Lo mejor es conocer las dos cosas, y así disfrutamos doblemente de la historia.
EliminarUn abrazo.
Hola, bueno yo medio he visto la serie y me enganchó mucho, si puedo mañana compraré el libro por todo lo que cuentas.
ResponderEliminarGracias.
¡Hola! La serie y el libro son muy distintos, aunque a mí me gustaron los dos. Lo bueno es que el libro en bolsillo es baratito, y merece mucho la pena.
Eliminar¡Y gracias a ti por comentar!
¡Hola! Me hace gracia el hecho de haber llegado al libro, igual que tú, a través de la serie de TV que como bien dices resulta muy edulcorada en comparación. No sólo la serie, también vi en su día los documentales que mencionas y me sorprendió el cambio social que se desarrolló con la aparición de estos grandes almacenes en el mundo de comercio, por supuesto también los recomiendo, y si los encuentro los volveré a ver; recuerdo que apuntan muy bien muchas cosas que luego me ha recordado la novela de Zola como por ejemplo la tipología de las consumidoras, las innovaciones en los comercios, su contribución en la emancipación femenina...
ResponderEliminarLa serie no está mal, creo que lo que mejor refleja del libro es el personaje de Morey/Mouret, esa ambigüedad y ese encanto. El libro me ha encantado y me ha llevado a buscar información en internet, así he acabado aquí leyendo tu interesante reseña. Ante la minuciosidad de tantas descripciones apabullantes, la mención de los lugares donde se desarrolla la acción, he buscado en internet planos de París y realmente existen (aunque no se ve en las imágenes ningún gran almacén) esas calles donde "desembarca" Denise y se desarrolla esta hermosa y terrible historia.
Gracias.
Dolo.
¡Hola!
EliminarVeo que el libro te ha gustado tanto como a mí. Creo que somos muchos los que hemos llegado a él a través de la serie. Es una pena que los documentales sean tan difíciles de encontrar; hay mucha gente interesada en ellos que no los pudo ver cuando los emitieron, y ahora ya es casi imposible conseguirlos.
París sufrió muchos cambios urbanísticos a partir de mediados del XIX, más o menos por los años en los que empezaron a aparecer los grandes almacenes, aunque la verdad es que no he visto los planos, pero sí algunas imágenes antiguas.
Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar.
Un abrazo.