Esta novela corta de Ramón J. Sender apareció por primera vez en México en 1953, mientras el autor español se encontraba en el exilio. El título que recibió en un principio fue Mosén Millán, pero en 1960 se cambió por el actual. El periódico El Mundo la incluyó entre las cien mejores novelas en español del siglo XX. Actualmente la editorial Austral tiene a la venta en España una edición con 160 páginas por 6'95 euros.
En 1985 fue llevada al cine por Francesc Betriu, y fue una de los primeras películas de Antonio Banderas.
En 1985 fue llevada al cine por Francesc Betriu, y fue una de los primeras películas de Antonio Banderas.
¿Qué opino yo? (Sin destripes):
Este libro es la prueba fehaciente de que no es necesario escribir mil páginas para contar de forma impecable una historia sobrecogedora. De manera concisa y clara, Ramón J. Sender nos conduce por la vida de Paco narrándonos los hechos más destacables de su existencia a través de los recuerdos de Mosén Millán.
Desde el principio sabemos que Paco está muerto, pero esto no supone nada para el lector en un primer momento, ya que este personaje
nos es totalmente desconocido, es sólo un nombre en un papel. Sin embargo, rápidamente, sin digresiones innecesarias, se nos comienza a sumergir en una espiral de sucesos, algunos envueltos en un halo sentimental, porque al ser el párroco quien rememora la vida de Paco, es inevitable que sus propios sentimientos se manifiesten al acordarse de cada hecho. De ese modo conocemos tanto a Mosén como a Paco.
Al mismo tiempo, un monaguillo va recitando un romance que se compuso tras la muerte de Paco y en el que se recogen sus desdichas. Sin embargo, lo va haciendo poco a poco, desgranándolo y recordando versos de vez en cuando, de manera que se alternan con la narración. A veces esto da lugar a que se sucedan fragmentos opuestos que causan un mayor impacto dramático. Sucede así, por ejemplo, cuando Mosén Millán rememora el bautizo de Paco mientras el monaguillo canturrea unos versos sobre su fusilamiento.
Además de los personajes ya mencionados aparecen otros como don Valeriano, don Gumersindo y don Cástulo, pertenecientes a las familias pudientes del pueblo.
Ellos son la mejor encarnación de la vileza y la hipocresía patentes y protagonizan junto con el párroco un final desgarrador.
Entre los pueblerinos que destacan están los padres de Paco, Jerónima, presente también en la vida de Paco desde su comienzo, y el zapatero, del que nunca se menciona el nombre, pero que recorre las calles del pueblo con sus peculiaridades.
El propio carasol, un lugar a las afueras de la localidad, se convierte en un espejo de la situación que viven los habitantes de la zona. En un primer momento es fuente de chismes, cotilleos, coqueteos y risas, pero los distintos estadios por los que pasa muestran la capacidad de destrucción del ser humano.
El mayor delito de Paco es rechazar la injusticia social. Todo se desencadena cuando aún es un niño, tras una visita que realiza con Mosén Millán a un enfermo para darle la extremaunción.
La pobreza y aislamiento en los que viven el moribundo y su esposa despiertan en el chiquillo una conciencia de lo que está bien y lo que está mal y lo persiguen durante toda su existencia para convertirlo en el hombre que será.
Ramón J. Sender emplea un lenguaje sencillo, ya que no pretende crear una obra erudita, sino una que toque el alma humana, que refleje el dolor de una guerra. Lo hace a un nivel local, situando la acción en un pequeño pueblo y presentándonos a unos pocos personajes que bien podrían haber sido reales.
Es cierto que esta novela corta me gustó más la primera vez que la leí, pero eso tal vez se deba a que es bastante triste y quizás éste no era el momento más adecuado para una relectura. Con todo, es un libro muy recomendable, especialmente para todos aquellos que estén interesados en la Guerra Civil Española. Si lo habéis leído, ¿qué pensáis del papel del cura? ¿Es víctima o verdugo?
Desde el principio sabemos que Paco está muerto, pero esto no supone nada para el lector en un primer momento, ya que este personaje

Al mismo tiempo, un monaguillo va recitando un romance que se compuso tras la muerte de Paco y en el que se recogen sus desdichas. Sin embargo, lo va haciendo poco a poco, desgranándolo y recordando versos de vez en cuando, de manera que se alternan con la narración. A veces esto da lugar a que se sucedan fragmentos opuestos que causan un mayor impacto dramático. Sucede así, por ejemplo, cuando Mosén Millán rememora el bautizo de Paco mientras el monaguillo canturrea unos versos sobre su fusilamiento.
Además de los personajes ya mencionados aparecen otros como don Valeriano, don Gumersindo y don Cástulo, pertenecientes a las familias pudientes del pueblo.

Entre los pueblerinos que destacan están los padres de Paco, Jerónima, presente también en la vida de Paco desde su comienzo, y el zapatero, del que nunca se menciona el nombre, pero que recorre las calles del pueblo con sus peculiaridades.
El propio carasol, un lugar a las afueras de la localidad, se convierte en un espejo de la situación que viven los habitantes de la zona. En un primer momento es fuente de chismes, cotilleos, coqueteos y risas, pero los distintos estadios por los que pasa muestran la capacidad de destrucción del ser humano.
El mayor delito de Paco es rechazar la injusticia social. Todo se desencadena cuando aún es un niño, tras una visita que realiza con Mosén Millán a un enfermo para darle la extremaunción.

Ramón J. Sender emplea un lenguaje sencillo, ya que no pretende crear una obra erudita, sino una que toque el alma humana, que refleje el dolor de una guerra. Lo hace a un nivel local, situando la acción en un pequeño pueblo y presentándonos a unos pocos personajes que bien podrían haber sido reales.
Es cierto que esta novela corta me gustó más la primera vez que la leí, pero eso tal vez se deba a que es bastante triste y quizás éste no era el momento más adecuado para una relectura. Con todo, es un libro muy recomendable, especialmente para todos aquellos que estén interesados en la Guerra Civil Española. Si lo habéis leído, ¿qué pensáis del papel del cura? ¿Es víctima o verdugo?
Puntuación: 4 (sobre 5) |
Conocía la novela, pero nunca me la habían contando tan bien. Antes ni me lo planteaba, ahora no descarto su lectura. Besos, Seri.
ResponderEliminarYa ves, de entrada no es una obra que llame la atención, pero luego resulta ser toda una sorpresa. Además se lee en un rato.
EliminarBesotes.
Nunca llegué a leer esta novela. En el insti, siempre había otra que me atraía más. Después de leerte, veo que debo apuntarla sin falta en mi lista de pendientes. Gracias Seri. Abrazos.
ResponderEliminarBuena decisión, es un libro excelente, y se lee muy rápido.
EliminarUn abrazo.
No lo he leído y quizás lo haga porque mi padre nació en un pueblecito aragonés y me ha contado muchas historias que a su vez su padre, o sea mi abuelo, le contó sobre la guerra civil así que podría contextualizarlo de maravilla. Tomo nota.
ResponderEliminarBesos!
Me encantan esas historias que vienen de los abuelos. Mi padre también me ha contado muchas cosas de las vivencias de mi abuelo en la guerra, y este libro complementa esas cuestiones. Es una obra muy dura, pero es la vida misma, la verdad más cruda.
EliminarBesos.
Me apetece leerlo, pero claro, comi bien dices, no en cualquiero momento, quizás más adelante. Un besote!!
ResponderEliminarEs un libro para leer cuando se esté bien de ánimo, así que nada, si ahora no es el momento, mejor dejarlo para más adelante.
Eliminar¡Besotes!
Lo leí hace años cuándo estaba en el instituto. La verdad es que no lo recordaba muy bien hasta leer tu reseña, pero me ha gustado recordarlo.
ResponderEliminarBesos!
Yo no recuerdo si fue en el instituto cuando lo leí por primera vez o fue más adelante, pero sí que me impactó mucho.
EliminarBesos.
Qué libro tan interesante! Conocía el título, pero es la primera reseña que leo y has resultado de lo más convincente. Lo de que sea muy triste no me anima a leerlo ahora mismo, pero lo tendré en cuenta, te lo aseguro. 1beso!
ResponderEliminarEs muy triste, sí, y saber que muchas familias pasaron por eso lo hace más duro, así que si no es el mejor momento para leerlo, haces bien en dejarlo en un cajoncito por ahora.
EliminarBesos.
Después de leer tu reseña me han entrado ganas de leer este libro, pero tengo que reconocer que me da mucha pereza leer libros sobre la guerra civil (y pelis ni te cuento). De todas formas este me lo apunto porque son palabras mayores.
ResponderEliminarUn besote.
Este merece mucho la pena, y se lee en un pispás. Yo soy un poco reacia a leer novelas sobre la guerra civil, porque actualmente existe una saturación, que parece que no tenemos más historia, y además cada mochuelo tira para su olivo (vamos, que a muchos escritores se les ve el plumero), pero este libro trata de ser objetivo y se aproxima a los episodios que realmente sucedieron, sin adornos innecesarios.
EliminarBesos.
Aquí estamos para lo que necesites ;-). Ese reto me suena genial; estoy deseando ver qué estás preparando.
ResponderEliminarBesotes.